Actualmente se habla de la alergia como la epidemia del siglo XXI, tanto es así que en el 2025 se prevee que casi el 50% de la población tenga algún tipo de alergia. Usted o algún familiar cercano seguro que entrarán en esa estadística futura. Mi pasión por mi trabajo me ha llevado a crear este blog, con el que me lanzo a la autopista de las redes sociales con el fin de aportar mi experiencia y conocimientos para que la persona alérgica sea capaz de asumir su enfermedad, comprenderla y convivir con ella de la forma más natural y equilibrada posible. El reto es grande pero la ilusión es mayor.

10 de diciembre de 2012

"LO INTOLERABLE DE LAS INTOLERANCIAS"

                
Doctora, he leído por Internet que existen unos análisis que te dicen todos los alimentos que te sientan mal, incluso para las personas que tenemos alergia. Son muy caros, señal de que deben ser buenos, además, mi vecina que se lo ha hecho, dice que ha cambiado su vida. Usted me lo recomienda?. Este ejemplo es el del paciente que valora tu opinión, otros vienen con el test ya hecho directamente...
En la entrada anterior también empezaba con una pregunta realizada por un paciente, en ese caso os comentaba que era de las que más trabajo me costaba responder. Hoy me ocurre todo lo contrario, mi respuesta no tiene dudas. Menos mal que no siempre lo tenemos tan difícil... 
 
Para poder responderos con propiedad primero creo que es necesario que os explique las bases médicas de las reacciones a los alimentos en las personas.
Este tipo de reacciones son muy frecuentes. Aproximadamente el 20% de la población presenta durante su vida algún problema de hipersensibilidad con alimentos. En los últimos años se ha producido un aumento tanto en la frecuencia como en la preocupación por este tipo de reacciones en los países desarrollados. Las limitaciones de la Medicina y el acceso a todo tipo de información a través de Internet han originado entre la población la falsa creencia de que muchos de los síntomas que presentan como dolor articular, cansancio, migraña, eccemas, picor, asma, diarreas, estreñimiento, depresión, ansiedad, obesidad...hasta el estrés..., son debidos a reacciones inducidas por alimentos. Esto ha contribuido al aumento de métodos diagnósticos de lo más variopintos, lo que dificulta y retrasa muchas veces un diagnóstico precoz y fiable del problema. 
Se sospecha que al menos la mitad de las alergias alimentarias que la población cree padecer, en realidad no son alergias. Es muy importante un diagnóstico cuidadoso para prevenir dietas innecesarias que pueden originar déficits nutricionales en adultos y retrasos en el crecimiento y desarrollo de los niños.

 
Mafalda odia la sopa, a nuestro pequeño Shin Chan no le agrada el pimiento y mi relación personal con el queso deja mucho que desear...en estos casos es cuestión de gustos, pero no siempre es así.
 
Cuando algo que comemos actúa de forma negativa sobre nuestra salud es lo que en Medicina denominamos como "reacción adversa a un alimento".
Hasta el año 2000 la confusión en cuanto a este tipo de reacciones era muy grande; términos como intolerancia, alergia, reacción adversa, se usaban indistintamente y sin control. La Academia Europea de Alergia en el año 2001 simplificó la clasificación de este tipo de reacciones y las definió como hipersensibilidad a los alimentos. En el año 2003 la Organización Mundial de la Alergia (WAO) revisó y aprobó esta clasificación.
Hipersensibilidad a alimentos:
         1Alergia alimentaria: está implicado el sistema inmunológico de la persona .
                1a. Mediadas por IgE: es la forma más conocida como alergia. Existe riesgo de anafilaxia.
                1b. Mixtas IgE/no IgE: gastroenteropatías eosinofílicas, esofagitis eosinofílica.
                1c.No IgE mediadas: proctitis, proctocolitis alérgica y enteropatías/enterocolitis por proteínas de la dieta. Incluye la enfermedad celiaca.
        2-Hipersensibilidad no alérgica alimentaria: no mediadas por mecanismos inmunológicos  Antes conocidas como intolerancias a los alimentos.
               2a. Metabólicas: existe déficit de enzimas para la adecuada digestión de un alimento (por ejemplo, déficit de lactasa, origina intolerancia a la lactosa, un azúcar presente en la leche).
               2b.Farmacológicas: por sustáncias químicas presentes de forma natural en los alimentos (histamina, etc).
              
En próximos días espero hacer una entrada con más tranquilidad, para hablaros de las características de cada una de ellas, en especial de las reacciones de alergia a alimentos inmunológicas pero no mediadas por IgE. Son las grandes desconocidas y con frecuencia olvidadas por nuestra profesión.
 
                                            
Hoy me quiero centrar en los métodos que tenemos los médicos para poder diagnosticar estas enfermedades.
El diagnóstico de hipersensibilidad alérgica alimentaria se basa en tres aspectos fundamentales:
- Demostrar la asociación causal  (si el alimento que sospechamos es el responsable o no)
- Diferenciarla de otros posibles motivos de reacción adversa (diagnóstico diferencial)
- Demostrar el mecanismo inmunológico implicado

Para esto los médicos disponemos de las siguientes herramientas:

1. Anamnesis: 
Esta palabra de origen griego significa "rememoración", traer al presente los recuerdos del pasado. Platón la utilizaba para referirse a la capacidad que tiene el alma para recordar los conocimientos que esta olvida al entrar en un nuevo cuerpo.
En Medicina, la anamnesis es la información que el paciente proporciona al médico, y que pasa a formar parte de la Historia Clínica. Cada vez ha ido cediendo paso a otros métodos más técnicos y novedosos, limitada también por los escasos minutos que cada paciente tiene asignados en la agenda del médico. En estas enfermedades es una herramienta fundamental. El médico debe dejar hablar al paciente y debe también escucharlo. En especial a las madres de los niños con problemas de este tipo, son sabias en la historia de los síntomas de su hijo y sus conocimentos facilitan enormemente nuestro trabajo.
La historia clínica debe hacer notar los posibles alimentos causales, la forma en que se ingiere, la cantidad, el curso temporal de las reacciones, los síntomas y los factores asociados como el ejercicio físico o la ingesta de aspirina o alcohol.
Debemos saber escuchar y a la vez guiar al paciente mediante las preguntas oportunas. 
2. Exploración física:
Ha de ser minuciosa. El médico a través de ella recibe información sobre el estado de los diferentes sistemas del cuerpo humano (piel, respiratorio, digestivo, etc.). Entre una reacción y otra es posible que no se encuentre nada fuera de lo normal. Se debe de vigilar los percentiles de talla y peso de los niños.


Aunque la historia clínica a menudo nos proporciona información sobre el posible alimento responsable de la reacción alérgica, ni la anamnesis ni el examen físico por sí solos logran diagnosticar estas hipersensibilidades. Para confirmar el diagnóstico nos tenemos que ayudar de pruebas complementarias específicas.

3. Pruebas complementarias: Existen dos tipos diferentes.
           3a. Pruebas "in vivo" : realizadas directamente sobre el paciente. 
                   -  Tests cutáneos:  prick test, prick-prick test. Se utilizan extractos o alimentos directamente sobre la piel del paciente. Son rápidas y simples de realizar. También se utiliza el alimento aplicado en parche sobre la piel (patch test) con lectura a las 48-96 horas en caso de reacciones tipo no IgE.
                   -  Prueba de provocación oral. Esta es el método de referencia en alergia alimentaria y consiste en hacer una exposición (provocación) con el alimento sospechoso , en un medio hospitalario y de forma controlada. Lo ideal es realizarla doble ciego, es decir, ni el paciente ni el médico conocen el alimento que se le está dando a probar. Para evitar reacciones subjetivas sicológicas en una de las ingestas se administra un placebo (alimento falso que semeja al real)  
                   - Prueba reto : consiste en eliminar de la dieta el alimento sospechoso durante un tiempo y reintroducirlo posteriormente con cuidado. Esta prueba se suele utilizar en casos de reacciones no IgE mediadas.
          3b.Pruebas "in vitro": realizadas en el laboratorio.
                   - Análisis de sangre con determinación de IgE específica. Permiten confirmar el diagnóstico sospechado por la historia clínica y pruebas cutáneas. Adquieren especial importancia cuando las pruebas "in vivo" están contraindicadas. Estas pruebas complementarias están dirigidas especialmente para diagnosticar las reacciones de alergia mediadas por IgE.
                  - Estudio de las heces y del aire espirado: útiles para la hipersensibilidad a alimentos no alérgicas tipo metabólicas (antiguas intolerancias)
Un tipo de prueba que engloba tanto el estudio directo sobre el paciente como el análisis en laboratorio es la  endoscopia con biopsia, esta se realiza en algunos casos de reacciones alérgicas a alimentos para determinar la respuesta a los cambios en la dieta.

Estas pruebas han demostrado durante estos años su validez científica y son las únicas en las que podemos confiar en la actualidad. 


Hay métodos que pretenden ser diagnósticos no avalados por la comunidad científica y que algunos médicos no especialistas usan. Esto, además de un gasto innecesario,  origina falsos diagnósticos y gran confusión entre los pacientes.
En este sentido cualquier método diagnóstico que no haya demostrado eficacia en ensayos clínicos se debería considerar no válido, o de valor incierto o no comprobado. 

¿Cómo sabemos si una prueba es válida o no desde el punto de vista científico?
No es que se decida de forma arbitraria, esta sí, esta no...esta me gusta, esta no tanto.... 
Para que un método se considere diagnóstico  es necesario que cumpla tres requisitos fundamentales:
    1.Debe mostrar validez: quiere decir que la prueba debe medir lo que realmente quiere determinar. Los resultados conseguidos con esta prueba se comparan con otras cuya validez ya está demostrada, reconocida.
    2. Debe ser reproducible: si la prueba se realiza varias veces sobre una misma muestra en circunstancias similares, el resultado deberá ser el mismo o muy parecido.
    3. Debe ser seguro:  indica confianza en el resultado,  nos dirá si realmente la persona está o no enferma. Para ello se utilizan unas medidas ya establecidas por la comunidad científica.

Una prueba será incierta o no comprobada cuando incumpla los requisitos anteriores. En tal caso no será apropiado denominarla como "diagnóstica".
Por este motivo debemos ser muy cautelosos y no dejarnos seducir por la publicidad grandilocuente y engañosa de algunas pruebas denominadas como "tests de intolerancias y alergias alimentarias". La cantidad de pruebas comerciales que aseguran poder diagnosticar la hipersensibilidad a alimentos es grande y continua aumentando. Suponen una forma irresponsable, fácil y rápida de ganar dinero.



¿Cuales son estas pruebas diagnósticas de valor dudoso o no comprobado en las reacciones a alimentos? 

1. Pruebas in vitro (análisis de sangre):
                  1a. Pruebas citotóxicas (Test ALCAT, NOVO Immogenics): se basa en poner en contacto en el laboratorio células de sangre del paciente con diversos alimentos y observar si muestran cambios que indiquen que se han activado, como el aumento de tamaño o de número. El nombre es muy científico y la idea parece fiable, de hecho esta técnica se utiliza en estudios inmunológicos con otros fines; pero los resultados son muy subjetivos, nada reproducibles y de poca confianza. No existe ningún país en el que las aseguradoras privadas o la sanidad pública cubran estas pruebas. No hay publicados artículos de calidad en revistas médicas que aporten datos sobre su valor científico. Los estudios que presentan son resúmenes en congresos o publicados en revistas menores. Los problemas de salud que "solucionan" estas pruebas son tantos que huele a engaño o a poderes mágicos.
                1b. Pruebas de determinación de IgG específica frente a alimentos (Test A200, Test IADM o de Intolerancias Alimentarias Dieta Mediterranea, ImuPro300, Test FIS): durante los años 90 aparecieron laboratorios que ofrecieron la determinación de inmunoglobulinas (anticuerpos) frente a alimentos, pero en la actualidad la IgG específica es la que tiene más protagonismo. Se evalúa frente a una larga lista de alimentos y según los resultados se recomienda al paciente una serie de dietas de evitación que resultan  muy complejas de seguir ya que prohiben numerosos alimentos.
Cuando estudios científicos comparan esta prueba con la de referencia en alergia a alimentos, la provocación oral, se ha visto que los resultados no coinciden, tampoco son reproducibles y no se correlacionan con la clínica del paciente por lo que se cuestiona su utilidad.
La presencia de IgG frente a alimentos indica exposición a los mismos, es decir, contacto habitual, y no sirve para el diagnóstico de alergia a alimentos.
Además se ha observado que estos niveles de IgG, especialmente la IgG4, aumentan cuando la persona adquiere tolerancia al alimento al que tenía alergia y no cuando empeora, como defienden los realizadores de este tipo de pruebas.
                  1c. Análisis capilar (mineralograma del cabello): detecta minerales y metales pesados en una muestra de cabello. Se basa en la idea de que son los metales pesados los que causan la intolerancia.


2. Pruebas in vivo (sobre el paciente):
Las técnicas siguientes no tienen credibilidad científica ni han demostrado su eficacia clínica para diagnosticar reacciones de hipersensibilidad a alimentos.     
                2a. Biorresonancia (Test ELMA, Nutri10, LaPHYTEST): es una corriente médica alternativa que entiende la enfermedad como un desequilibrio energético, de forma que el cuerpo enfermo emite ondas electromagnéticas alteradas. Un aparato de biorresonancia es capaz de captar esas ondas, equilibrarlas y devolverlas al paciente ya normalizadas. Diagnostica y trata a la vez diversas anomalías, además de las reacciones a alimentos, como artrosis, fibromialgia, fatiga crónica e incluso el cáncer.
                2b. Cinesiología aplicada: este método se basa en que cada alteración del organismo se acompaña de una disminución de fuerza muscular. Los alimentos sospechosos se preparan en una botella de cristal que el paciente ha de sujetar con una mano. Se mide la pérdida de fuerza del brazo contrario.
                2c. Provocación y neutralización subcutánea y sublingual: consiste en la administración sublingual o subcutánea  de extractos de alimentos de forma progresiva hasta que aparecen los síntomas, después se administra una dilución mayor para neutralizarlos. Utilizada por los ecologistas clínicos. Implicación subjetiva importante del paciente. Los síntomas se reproducen en esos pacientes cuando se administra un placebo (alimento falso).
               2d. Test de DRIA: basada en que cuando hay hipersensibilidad a un alimento, se produce un descenso de la fuerza muscular al consumirlo. Se administra debajo de la lengua (sublingual) y si se produce una caida de la fuerza muscular superior al 10% consideran que existe una reacción frente al alimento valorado.
               2e. Electroacupuntura o prueba electrodérmica: consiste en medir la resistencia de la piel al paso de una corriente eléctrica en unos puntos determinados para detectar hipersensibilidad alimentaria. Si se produce una caída en la corriente cuando la placa de aluminio toca la piel, se considera diagnóstico.
               2f.  Pulso reagínico: prueba del pulso que consiste en medir si existen cambios en la frecuencia del pulso después de que el paciente haya consumido el alimento sospechoso.


Con frecuencia estos test y pruebas ofrecen información nutricional adicional y excluyen gran cantidad de alimentos supuestamente perjudiciales durante largos periodos de tiempo.
Sin consejo nutricional adecuado una dieta restrictiva puede conducir a carencias alimentarias graves. En el caso de los niños además, afecta  de forma severa a su crecimiento y desarrollo posterior.                
 
Podéis encontrar las opiniones que tienen las Sociedades Médicas  sobre el uso de este tipo de pruebas en los siguientes enlaces: WAO (Organización Mundial Alergia), EAACI (Academia Europea Alergia), SCAIC (Sociedad Catalana Alergia), SEAIC (Sociedad Española Alergia), SEEN (Sociedad Española Endocrinología Nutrición), SEEDO (Sociedad Española Estudio Obesidad) y AEDN (Asociación Española Dietistas Nutricionistas)
 
CONCLUSIONES:
  • El diagnóstico de hipersensibilidad alimentaria se consigue mediante la historia clínica y las pruebas científicas disponibles (validadas), entre las que destacan las pruebas cutáneas, la determinación de IgE específica y la pruebas de exposición (provocación).
  • Actualmente no existe ningún método alternativo ni complementario que pueda ayudar al diagnóstico de reacciones adversas a alimentos. Estas pruebas no se recomiendan en la práctica clínica debido a que no cumplen los requisitos para ser válidas científicamente.
  • Los métodos diagnósticos no validados son costosos y retrasan el diagnóstico y el tratamiento adecuados en los pacientes con hipersensibilidad alimentaria.
  • Todos los médicos deberíamos estar alerta sobre su uso y proteger a los pacientes 

Como médico soy consciente de que en ocasiones llegar a un diagnóstico y conseguir solucionar con éxito el problema que nos plantea el paciente puede ser complicado, largo e incluso decepcionante para ambas partes. Esto no nos tiene que conducir nunca a  "agarrarnos" como una tabla de salvación a pruebas engañosas en su publicidad, en sus métodos y en sus resultados que lo único que consiguen es producir un coste humano y económico totalmente censurable. Lo mejor en estos casos suele ser volver a consultar con el especialista adecuado y replantear el problema. A veces hay señales que pueden pasar desapercibidas o que se pueden manifestar de formas diferentes.
El contacto y la comunicación con el médico es fundamental.

Llego al final de este artículo respondiendo a la pregunta que me planteaba mi paciente:
Doctora, he leído por Internet que existen unos análisis que te dicen todos los alimentos que te sientan mal, incluso para las personas que tenemos alergia. Son muy caros, señal de que deben ser buenos, además, mi vecina que se lo ha hecho, dice que ha cambiado su vida. Usted me lo recomienda?
Mi respuesta es un NO rotundo, sin excepciones ni dudas!

 

 

20 de noviembre de 2012

EL RIESGO DE LO OCULTO: "puede contener trazas de..."

Doctora, si leo en una etiqueta "puede contener trazas de frutos secos", eso qué significa?, lo puedo comer o no?, es que no me atrevo...
Os aseguro que es de las preguntas que más me cuesta responder en la consulta.
 
 
Y lo mismo para la leche, el huevo, pescado, trigo, soja....una lista interminable de TRAZAS que aparecen al final de la composición de los alimentos haciendo que miles de personas alérgicas o intolerantes no sepan si ese alimento es seguro o no para ellos.
 
Vivir es una empresa arriesgada para todos, ya lo sabemos, pero en el caso de las personas alérgicas este riesgo es vital con algo tan básico y frecuente como es la comida. El alérgico a un alimento está obligado a evitarlo al 100% en su dieta, el peligro de una reacción fatal a pesar de ingerir pequeñas cantidades es real y esto les obliga no sólo a conocer todos los numerosos listados de palabras relacionadas con el alimento responsable, sino además a realizar un seguimiento de los alérgenos ocultos y de las malditas trazas. Como no lo tienen ya complicado...aún más!
 
 
Los hábitos alimentarios evolucionan, cambian con el tiempo. La globalización y las nuevas tecnologías han incrementado la oferta y variedad de alimentos pero también la presencia de alérgenos ocultos. Oculto significa "no visible" y como tal no consta en el etiquetado obligatorio. Esto supone un riesgo real y una angustia con la que es difícil convivir para la persona alérgica.
 
Por un momento piense cuantas veces come algo al día, cuantas mira la etiqueta de lo que come, las veces que tiene que pensar mientras come si hará una reacción anafiláctica o no. Con esta inquietud conviven cada comida del día, las personas alérgicas que nos rodean.
 
Un alérgeno alimentario no es peligroso si es evidente y puede evitarse; sólo es peligroso si es inevitable o inesperado. El mayor obstáculo contra el que tiene que luchar un paciente alérgico a un alimento es el excesivo "uso preventivo de alérgenos trazas".
 
 
Los fabricantes de alimentos deben indicar la presencia de ingredientes que causan alergias e intolerancias, y evitar la contaminación accidental con alérgenos que estén presentes en otros productos.

Desde finales del siglo XX (Real Decreto 1334/1999) se establecieron las normas de etiquetado de los alimentos, pero sus limitaciones llevaron a la modificación en el año 2004 (Real Decreto 2220/2004) para incluir la obligación de mencionar la presencia de sustancias causantes de alergias e intolerancias alimentarias. En el 2008 (Real Decreto 1245/2008) se recoge en un anexo actualizado las sustancias que obligatoriamente deben declararse así como las excepciones previstas.
La última modificación viene desde el Parlamento Europeo (Reglamento UE 1169/2011). Su misión es actualizar y simplificar las diferentes normativas existentes hasta ahora para proteger la salud de los consumidores y garantizar el derecho a la información.

 
Os resumo las principales novedades que aporta para los alérgenos y sustancias que causan intolerancia:
 
        -Se indicarán en la lista de ingredientes de forma clara todas las sustancias enumeradas en el Anexo II (lo que quiere decir por ejemplo,  que ya no vale eso de poner palabras incomprensibles para las personas como albúmina, livetina, lecitina, lisozima, etc, para indicar que lleva huevo!).
 
       -Han de constar todos los ingredientes obligatorios independientemente del peso en % con respecto al producto final (hasta entonces no era necesario si no superaba el 25% del peso del producto final).
 
        -Si no hay lista de ingredientes, incluirá la palabra "contiene..." seguida del nombre de la sustancia (esto es sólo aplicable para las que están incluidas en el Anexo II).
 
        -La denominación de la sustancia se destacará mediante una composición tipográfica que la diferencie claramente del resto de ingredientes (mediante un tipo de letra, con un tamaño obligatorio legible, estilo o color de fondo que sea fácil y rápido de ver). Podremos dejar la lupa en casa!
 
         -Los alimentos sin envasar también deben informar de la presencia de este tipo de sustancias (esto afecta especialmente a restaurantes, locales, comedores públicos y a  las máquinas expendedoras de bebidas tipo café, chocolate, leche, zumos...)

 
 
 ¿Y cuales son estas sustancias de declaración obligatoria?
 "Será de información obligatoria todo ingrediente o coadyuvante tecnológico que figure en la lista de sustancias o productos que causen alergias o intolerancias (AnexoII) y se utilice en la fabricación de un alimento o siga estando presente en el producto acabado"

Este reglamento  se refiere sólo a los ingredientes  añadidos intencionadamente, pero no se aplica a los residuos (trazas) que puedan aparecer accidentalmente. Sin embargo para la persona alérgica LAS CONSECUENCIAS SON LAS MISMAS!
 
Las sustancias incluidas en el Anexo II son las siguientes:
  • Cereales que contengan gluten (o sea, trigo, centeno, cebada, avena, espelta, Kamut o sus variedades híbridas) y productos derivados. Excepto: jarabes de glucosa a base de trigo o de cebada y cereales utilizados para hacer destilados o alcohol etílico de origen agrícola para bebidas alcohólicas
  • Crustáceos y productos a base de crustáceos.
  • Huevos y productos a base de huevo.
  • Pescado y productos a base de pescado. Excepto: gelatina de pescado o ictiocola utilizada como clarificante en la cerveza y el vino, gelatina de pescado utilizada como soporte de vitaminas o preparados de carotenoides.
  • Cacahuetes y productos a base de cacahuetes.
  • Soja y productos a base de soja. Excepto: aceite y grasa de soja totalmente refinados, tocoferoles naturales mezclados (E-306) derivados de soja, ésteres de fitosterol y fitoestanol derivados de aceite y semilla de soja.
  • Leche y sus derivados (incluida la lactosa). Excepto: suero utilizado para hacer destilados o alcohol etílico de origen vegetal para bebidas alcohólicas, lactitiol.
  • Frutos secos de cáscara, es decir: almendras (Amygdalus communis L.), avellanas (Corylus avellana); nueces de nogal (Juglans regia), anacardos (Anacardium occidentale), pacanas (Carya illinoiesis, Wangenh, K Koch), castañas de Pará (Bertholletia excelsa), pistachos (Pistacia vera), nueces macadamia y nueces Australia (Macadamia ternifolia). Y sus productos derivados. Excepto: nueces utilizadas para elaborar destilados o alcohol etílico de origen agrícola para bebidas alcohólicas.
  • Apio y productos derivados.
  • Mostaza y productos derivados.
  • Granos de sésamo y productos a base de granos de sésamo.
  • Anhídrido sulfuroso y sulfitos en concentraciones superiores a 10mg/kg o 10mg/L expresado como SO2.
  • Altramuces y productos a base de altramuces.
  • Moluscos y productos a base de moluscos.
 (Este Anexo que será reexaminado por la Comisión, teniendo en cuenta los avances científicos y, si procede, actualizará la lista).

Es evidente que, a pesar de los adelantos, aún sigue habiendo mucha letra roja etiquetada como excepciones.
 
 
 
La normativa de etiquetado es de obligado cumplimiento desde el 1 de agosto de 2008 en lo que respecta a las sustancias del Anexo. El último reglamento europeo del 2011 será aplicable a partir del 14 de diciembre de 2014, en él se hace referencia al etiquetado en general (valor nutricional, conservación, etc) y a nivel de los alérgenos alimentarios sólo varía la obligación de etiquetar de forma legible el listado de ingredientes (o en su defecto, añadir "contiene...").

La no declaración de un alérgeno en el etiquetado de un alimento, da lugar a su inclusión en la Red de Alerta Alimentaria:
La AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) dispone de un servicio de red de alertas donde nos podemos dirigir en caso de que queramos denunciar alguna infracción observada en el etiquetado de los alimentos.
El problema es que la alerta aparece una vez que la persona sufre una reacción alérgica después de comer "algo que creía seguro", y esa reacción puede llegar a ser mortal.
No sé porqué siempre tenemos que empezar la casa por el tejado...

Para que os hagáis una idea del camino que queda por recorrer podéis entrar en esta página y leer las alertas que se van recibiendo de forma periódica; y estas son las que se denuncian, la punta del iceberg. Detrás de cada una de ellas hay una historia personal de angustia, temor y desconfianza.
Las asociaciones de pacientes alérgicos (AEPNAA e Inmunitas Vera) también disponen de redes de alerta donde los usuarios se pueden informar de forma continua y segura.
 

Las bases legales están puestas pero existen todavía muchos puntos oscuros por resolver:
  •  Falta rigurosidad y fiabilidad en la cadena de producción (separación de alérgenos, almacenaje hermético, limpieza, transporte,...)
  •  Muchas empresas siguen sin hacer constar ingredientes, aditivos y trazas poniendo en peligro la vida de los alérgicos a los alimentos.
  • Se producen sin previo aviso cambios bruscos en el etiquetado. También errores u omisiones (intencionadas?)
  • Se siguen utilizando guantes de látex que transfieren proteínas alergénicas a los alimentos con los que ha tenido contacto. Peligro de reacciones cruzadas en alérgicos a frutas tropicales.   
  • Y los alimentos transgénicos? Falta una legislación actualizada al respecto que haga referencia a los alérgenos ocultos en su proceso.
 
Para solucionar estos problemas son necesarias dos cosas:
 
1- Un control exhaustivo del cumplimiento de la legislación vigente (muy mejorable a mi parecer) mediante sistemas de auditorías programados de forma periódica.
 
2- Una formación adecuada y actualizada de todos los sectores implicados (alergólogos, pacientes, industria alimentaria, autoridades sanitarias y profesionales de la alimentación)
  

Cuando ocurre un caso de muerte por anafilaxia generalmente no suele salir publicado en las noticias médicas, esto dificulta que conozcamos la frecuencia real de reacciones graves o fatales y nos lleve a menospreciar el problema. Gracias al interés y a la lucha incansable  de las Asociaciones de pacientes alérgicos como AEPNAA , Inmunitas Vera  y Elikalte, estamos cada vez más cerca de conseguir un  etiquetado real, seguro y fiable de los alimentos.

 

Empezaba este artículo del blog con una pregunta a la que los alergólogos nos enfrentamos con temor, al menos en mi caso, lo reconozco; y de la que los pacientes necesitan una respuesta lo más fiable y tranquilizadora posible. 
No suelo huir de los problemas así que os comentaré cual es mi respuesta y lo haré, como siempre, basándome en el contacto diario con la realidad de la vida del alérgico a un alimento y, por supuesto,  aplicando el sentido común que te da la experiencia.

Pongamos el ejemplo de un alérgico a frutos secos (aplicable a cualquier otra alergia como leche, huevo, soja, etc)
Doctora, si leo en una etiqueta "puede contener trazas de frutos secos", eso qué significa?, lo puedo comer o no?, es que no me atrevo...

- Si el paciente es adulto, tiene una alergia a un fruto seco y nunca ha hecho una reacción grave (anafilaxia) y además ese producto lo comía antes del diagnóstico sin problemas, recomiendo que lo continúen comiendo pero siempre con precaución, vigilando cualquier síntoma o signo sugestivo de una reacción alérgica (picor en la boca, ronquera, urticaria...), en cuyo caso ese alimento quedará prohibido para siempre. 

- No recomiendo que lo coman en los siguientes casos: 
                1. Niños con alergia a ese alimento ya que las manifestaciones iniciales de alergia pueden pasar desapercibidas para los padres al no saber explicarlas o no darse cuenta. 
                 2.  Si ha ocurrido una reacción previa alérgica severa (anafilaxia) ya sea niño o adulto.
                3. Si existen otros riesgos añadidos como múltiples alergias, asma, dermatitis atópica, tratamiento con betabloqueantes, etc.

-En caso de duda se debe de llamar al teléfono de atención al consumidor que consta en el etiquetado de todos los productos.

Sobre todo hay que valorar con sumo cuidado cada caso en particular porque en alergia cada persona tiene su umbral propio y variable de exposición a partir del cual puede hacer una reacción frente al alimento responsable. Ese umbral es desconocido y mientras siga siendo así debemos actuar con una precaución excepcional.  
 
Y es que el ser humano, hasta el día de hoy, para vivir tiene que comer. Los alérgicos también. 
 
  

4 de noviembre de 2012

Gripe, huevo y alergia: una delicada relación

 
La temporada de vacunación de la gripe ya ha comenzado y tendrá lugar, como cada año, durante los meses de octubre y noviembre. La Asociación Española de Pediatría (AEP) acaba de lanzar una campaña muy interesante dirigida a la prevención de esta enfermedad en niños y adolescentes. Podéis entrar en este enlace para conocer sus recomendaciones.
 
Como cada otoño, con cada nueva campaña de vacunación reaparecen las mismas dudas y preguntas:
 
-Doctora, ¿debo vacunar a mi hijo de la gripe al ser alérgico?
-¿Se pondrá peor si  se la pongo? A mi sobrina el año pasado "le sentó fatal".
-¿Se la puedo poner si se está vacunando de la alergia?
-He leído por Internet que es mejor no vacunar a los niños, que todas las vacunas son "malísimas"!
-¿Sirven realmente para algo, o solo para que los laboratorios se hagan más ricos a nuestra costa?
 
Y los hay más inquisitivos preguntando: - Doctora, ¿usted se vacuna??
 
  
La Revista Española de Quimioterapia ha publicado este año un consenso sobre la vacunación de la gripe en el que han participado 19 Sociedades Científicas y Asociaciones Profesionales. Os resumo lo más importante relacionado con las enfermedades alérgicas:
 
1. La gripe es la enfermedad inmunoprevenible más habitual en los países desarrollados. El virus infecta cada año a una media del 10-15% de la población de cualquier edad.
 
2. Los grupos de mayor riesgo son las personas mayores de 65 años, los niños menores de dos años, enfermos crónicos (entre ellos las personas asmáticas), inmunodeprimidos y embarazadas.
 
3. Solo se debe usar en niños a partir de los 6 meses de edad.
 
4. Todos las personas con alergia respiratoria en la que exista afectación bronquial (asma, hiperreactividad) deberían vacunarse de la gripe. También lo deben hacer todos aquellos que estén en contacto con estas personas alérgicas (familiares, maestros, médicos...).
 
5. Su administración es intramuscular, en el muslo o en el hombro, según la edad. Se puede administrar al mismo tiempo que otras vacunas pero aplicando la inyección en sitios diferentes.
 
6. Es una sola dosis anual, excepto en niños menores de 9 años que se vacunan por primera vez que se reparte la dosis en dos veces con intervalo de un mes.
 
7. Actualmente todas las vacunas disponibles en España están hechas en cultivos de huevos de gallina embrionados y ninguna contiene timerosal u otro derivado mercurial como conservante.
 
8. En el futuro inmediato se esperan novedades importantes como la vacuna de virus vivos de administración intranasal. 
 
9. Entre las precauciones es conveniente evitar la administración de la vacuna antigripal en personas con enfermedad aguda, curse o no con fiebre, hasta que los síntomas hayan disminuido.
 
10. Están contraindicadas todas las vacunas de la gripe disponibles en España en personas con hipersensibilidad anafiláctica conocida al huevo, puesto que los virus se cultivan en huevos de gallina.
 
 
 
¿Y qué pasa entonces si un niño además de ser alérgico al huevo, es asmático o tiene alguna otra enfermedad crónica?
 
Esta posibilidad existe. El asma afecta al 10% de la población infantil y la alergia al huevo es, junto con la leche, la más frecuente en la infancia (casi el 3%).
Muchos de los niños que tienen alergia al huevo en España (30.000 niños menores de tres años) pertenecen a grupos de riesgo en los que está indicada la administración de la vacuna antigripal. Por ejemplo: la tercera parte de los alérgicos al huevo padecen asma.
 
 
 
Por este motivo, dada la importancia para la prevención tanto de la gripe como de las reacciones alérgicas posibles, La Sociedad Española de Alergia Pediátrica (SEICAP) ha realizado un comunicado para la campaña de vacunación antigripal de este año donde expresa las siguientes recomendaciones:
 
  1. Una reacción anafiláctica grave tras la administración de una dosis previa de la vacuna antigripal, independientemente del componente sospechoso de ser responsable de la reacción, es una contraindicación absoluta para poner esta vacuna. 

 
 
   2. El antecedente de reacción anafiláctica grave después de una exposición al huevo, o el empleo de adrenalina u otras medidas urgentes a causa del contacto con este alimento, harán que no se recomiende la administración de la vacuna antigripal. Si se considera la vacunación necesaria, esta deberá administrarse, previa valoración por un alergólogo, en un centro hospitalario con los medios adecuados para el tratamiento de las reacciones alérgicas graves (anafilaxia).  
 
 
   3.  En el caso de reacciones no graves tras la ingesta de huevo (urticaria, picor, rojeces, hinchazón localizada) se podrá realizar la vacunación antigripal con las siguientes especificaciones:
        3.1- La vacuna puede administrarse en su centro habitual.
       3.2- No es necesario fraccionar la dosis. Se puede poner la dosis completa en una sola inyección.
       3.3- Se aconsejará un periodo de observación de 30 minutos después de su administración.
 
 

Conclusión:
 
Las contraindicaciones absolutas de la vacuna antigripal son:
 
- Reacción alérgica grave a los componentes de la vacuna
- Antecedentes de reacción grave con una dosis previa de la vacuna
- Reacción alérgica grave (anafilaxia) al huevo
- Niños menores de 6 meses
 
 
 
 
Para finalizar me gustaría hacer dos recomendaciones:
 
1. En el caso de que existan niños menores de 6 meses de edad con factores de riesgo para la gripe (enfermedades crónicas), la familia cercana se debería vacunar de la misma, ya que estos niños son más susceptibles de enfermar y ellos no se pueden vacunar.
 
2. También es especialmente importante la recomendación de la vacuna antigripal de todos los profesionales sanitarios.
 
¡YO TAMBIÉN ME VACUNO! 
 

  


17 de octubre de 2012

Daisy no tiene cola

Daisy es una vaca muy especial.

Durante esta semana Daisy ha sido toda una estrella mediática; noticia en telediarios, tertulias, emisoras, periódicos, blogs, etc. Aquí tenéis una pequeña muestra:

















 


    20 minutos
    El País
    La Razón
    La Vanguardia
    ABC
    Cadena Ser
    RTV Castilla y León
    El Tiempo
    El Observador





Daisy es "mágica", se ha creado en Nueva Zelanda mediante técnicas de manipulación genética de forma que la leche que produce es "hipoalergénica". Esto lo han conseguido disminuyendo mucho, pero no del todo, una de las proteínas responsables de la alergia a la leche (betalactoglobulina). 
Sus creadores además manifiestan que es una leche mucho más nutritiva al tener en su composición gran cantidad de caseína,  proteína de gran valor energético. 
Daisy todavía es pequeña, sólo tiene 11 meses, y las vacas empiezan a producir leche a partir de los 20 meses. Por este motivo, los científicos la han estimulado hormonalmente y así han podido obtener pequeñas muestras de leche que confirman la reducción importante en betalactoglobulinas (BLG). Ahora la van a dejar pastar  unos años  hasta que la puedan ordeñar y  poder valorar  cuánta cantidad de leche hipoalergénica puede producir en un futuro.
Sólo parece ser que han tenido un pequeño "contratiempo genético" y es que Daisy nació sin cola, una malformación muy rara en estos animales y que están investigando.
 
 
 
 
 El problema no es tan sencillo como lo pintan estos investigadores:
Como especialista de Alergia estoy a favor de todo lo que pueda favorecer una mejora en la calidad de vida del paciente. La alergia a la leche suele aparecer en niños de escasos meses de edad y su frecuencia es muy elevada (3%) si la comparamos por ejemplo con otras enfermedades crónicas que afectan a la infancia como la epilepsia (0.5%) o la diabetes tipo I (0.2%). Supone un plus de estrés muy importante para la familia ya que existe riesgo asociado de anafilaxia e incluso de muerte en caso de ingesta accidental. Por este motivo todos se convierten en verdaderos detectives en busca de cualquier palabra en los ingredientes que pueda estar relacionada con la leche y su composición.
Podeis meteros en este enlace que os dejo si estais interesados en poneros en el papel de la familia que tiene un niño con alergia a la leche y que va al "super" a hacer la compra. Sólo de leerlo ya da dolor de cabeza.
 
Dejando aparte el hecho discutible de si este tipo de investigaciones reportan beneficios reales y asumibles para la población, sí que me gustaría recalcar que existe una gran confusión en el lenguaje utilizado y probablemente también en los conocimientos básicos.
 
Os pondré un ejemplo: en la noticia dada por La Razón escriben: "la novedad que aporta Daisy es que la leche que produce es apta para los niños a los que se les diagnostica alergia a la lactosa". En esta frase ya existen dos errores de importancia:
 
1.Primer error: hablan de alergia a la lactosa. Esta alergia NO EXISTE. La lactosa es un azúcar y la alergia sólo está producida por las proteínas. La lactosa puede producir fenómenos de intolerancia pero no de alergia.
La leche contiene más de 40 tipos de proteínas que pueden producir alergia y generalmente un niño alérgico a la leche lo suele ser a más de una proteína, incluida la caseína, esa que tiene tanto valor energético y que Daisy produce en cantidades mucho más elevadas...
No podemos olvidar tampoco que en la alergia NO influye la cantidad, con una mínima ingesta se puede producir una reacción muy grave. Así que, el que hayan conseguido que Daisy "casi" no tenga BLG no deja de ser un logro a nivel científico pero por ahora nulo a nivel médico. Mientras haya alguna cantidad de esta proteína existirá la  posibilidad de que se pueda desencadenar una reacción  alérgica en un niño sensibilizado. Si los niños alérgicos realizan de forma estricta la dieta sin leche, muchos de ellos (80%) conseguirán que esta alergia desaparezca antes de los 4 años de edad. A partir de ese momento es más difícil ya que el sistema inmunológico se encuentra ya plenamente formado.
 
 
 
 
 
2.Segundo error: dice que la leche que produce es apta para los niños con alergia. Esto es FALSO. Como ya os he explicado, los niños con alergia a la leche generalmente lo son a varias proteínas, no a una sola, por este motivo es absolutamente indispensable que el nivel de las proteínas responsables de la alergia sea CERO para que el niño no tenga síntomas.
 
 
 
 
Todos los artículos mencionan además como algo muy positivo la gran riqueza en caseína que tiene esta leche. La caseína es una de las proteínas de la leche que con más frecuencia se implican en la alergia, y no sólo eso, sino que además cuando su nivel de alergia en sangre es alto nos indica que ese niño tiene peor pronóstico a la hora de que esa alergia pueda llegar a desaparecer. La caseína por tanto es un indicador de permanencia de alergia a la leche.
 
 

Como podéis observar las noticias hay que leerlas con mucha cautela.

En el mundo de la alergia a los alimentos nos resulta complicado muchas veces a los alergólogos despejar todas las dudas y facilitar los interminables listados de cada alimento con sus derivados "prohibidos". Toda esta labor seguro que se complicará a medida que vayan apareciendo modificaciones genéticas de dudosa utilidad. Esperemos que el campo de la investigación sepa encontrar caminos más fiables y seguros para poder ayudar de verdad a las personas.
Existen webs médicas y asociaciones de pacientes donde podéis encontrar información clara y veraz sobre alergias a alimentos y dietas de exclusión. También incluyen gran cantidad de recetas alternativas.
 
 
No quiero terminar sin despedirme de nuestra protagonista.
Daisy es todavía una ternerita en crecimiento. En estos escasos años de vida que lleva la han manipulado genéticamente, le han inyectado hormonas, la han obligado a producir leche antes de tiempo...y todo eso sin poder hacer algo fundamental en la vida de toda vaca: espantarse las moscas!.
Pobre Daisy!!